domingo, 15 de noviembre de 2009

Lesions (lectura recomanada)

Els fòrum d'opinió ("foros" en castellà) sovint ens aporten coses interessants i comentaris oportuns des d'Internet. Pel seu interés i pel seu testimoni colpidor, vos reproduïm este missatge que aparegué fa poc en el fòrum de categories inferiors d'El Salvador de Valladolid, tot un exemple a seguir. Ahí va:

"Soy padre de un chaval que juega desde hace unos años al rugby. Por desgracia y por suerte también como se mire, hace unos días sufrió en sus carnes la cara más amarga del deporte y en concreto de rugby. En una caída se rompió una clavícula. Hasta aquí "normal". Lo que ocurre a partir de aquí es lo que hace que me anime a escribir la experiencia que hemos tenido.

Cuando se rompe la clavícula no dice absolutamente nada, de hecho su entrenador dice que cree que está rota pero que como no dice nada, que le extraña, sí dice que le duele pero ni una queja.

Lo llevamos al médico, le hacen las pruebas y no pasaron 30 minutos y sentado en una silla a que nos den el resultado y antes de curarlo, cayéndole las gotas de sudor por la cara, lleno de barro por todo el cuerpo, sin hablar y con la cara totalmente pálida,  yo en pie, le digo que qué le pasa, que porque está tan triste (pregunta inteligente por mi parte), y me contesta que está triste porque a lo mejor no le dejamos seguir jugando.

Se me cayó y se me cae el alma a los pies cuando lo escribo, recordando la escena, no podía dar crédito, yo estaría cagándome en todo y todos posiblemente. A él le quitaron el peto, la camiseta y las ombreras y el tío no dijo nada, sólo que le dejásemos jugar.

Después de salir de la clínica "disfrutó" del compañerismo de este deporte. Yo le dije al entrenador que entraba con él al vestuario para ayudarle a ducharse y cambiarse, y me dijo que no. ¿No?, pues no, sus compañeros serían los encargados de quitarle la ropa, enjabonarlo, lavarlo, vestirlo, atarle los cordones de los zapatos y ayudarle a recoger la bolsa. Acojonante. Después 400 km de vuelta a casa, y cuando le pregunto a mi mujer si había hablado con él (ya que lo llevamos al hospital de nuestra provincia), me dice lo mismo, que está todo preocupado por si podrá y lo dejaremos jugar.

Un vez que lo reconoce el médico le dice que no hay problema, que es una fractura normal y el chaval le pregunta dentro de cuanto puede volver a entrenar y jugar con sus compañeros.

Llevamos unos días de recuperación y va todo por buen camino, no lo oí quejarse todavía; es un buen estudiante y su preocupación es el estudio y cuando va a volver a jugar. De hecho, aunque maltrecho, asiste a todos los entrenamientos de su equipo, se pone las botas, el pantalón, la camiseta, el chubasquero y sale al  campo, ya puede llover como estos días y hacer 7 grados, allí está todos lo días.

Escribo y muestro mis sentimientos (que me jode mucho) para que la gente se de cuenta de la grandeza de este deporte. Creo que nos estamos molestando por infundir unos valores y principios que viendo la actitud de mi hijo y de otros compañeros lesionados en el club están dando sus frutos.

Gracias a todos los que trabajan con él y se han preocupado por él. Un abrazo y perdonad por esta sensiblería.

Por supuesto que seguirá jugando. Un abrazo".